Con besos de vedette y poses de “ganador,” Milei busca brillar en el show político, pero su espectáculo termina generando más risa que encanto.
Javier Milei sigue en su cruzada por consolidarse como el “winner” de la política argentina. Después de su flamante romance con Fátima Flórez, ahora intenta reafirmar su imagen de «semental» al mostrarse junto a otra vedette, Amalia «Yuyito» González. Con estas movidas, parece querer convencernos de que es un hombre irresistible, un conquistador en la cima del poder. Sin embargo, lejos de proyectar esa imagen de galán arrollador, el resultado es más cercano a una comedia involuntaria al estilo de Los Bañeros Más Locos del Mundo, en la que cada escena parece diseñada para provocar risas más que suspiros.
No queda claro si el objetivo era humanizarse o simplemente hacerse ver, pero la ejecución dio lugar a un híbrido extraño, como si estuviéramos viendo el cruce entre un líder político y una telenovela del prime time. En vez de ganar puntos como “seductor,” Milei parece estar coleccionando momentos que rozan lo caricaturesco. Si la idea era proyectar fuerza y encanto, el resultado fue más bien un “¡ay, Milei!” que nos dejó a todxs perplejxs.
Al parecer, Milei quiere demostrar que no necesita estar casado ni rodeado de formalidades para mostrarse como un “ganador”. El problema es que, en lugar de una imagen de “galán de la política”, lo que proyecta parece más el ensayo de una parodia. Quizás en su mente esta es la fórmula para conquistar al público, pero el efecto final es tan desmedido que ya nadie sabe si estamos viendo al presidente o a un personaje de revista.
Las redes no perdonan estas escenas. Lxs usuarixs lo ven más como objeto de burla que como un verdadero “semental”; no proyecta ni masculinidad ni magnetismo, solo provoca carcajadas. Si Milei soñaba con recibir una ovación digna del Gitano y las “nenas” tirándole bombachas al escenario, la realidad es otra: ni bombachas ni suspiros, solo memes que lo dejan en el papel de un galán deslucido.
Y, si de relaciones familiares cercanas y un tanto polémicas hablamos, no podemos olvidar a su hermana Karina, a quien Milei considera su “guía espiritual” y en quien dice confiar profundamente. Este vínculo tan estrecho no ha pasado desapercibido, despertando más de un comentario que recuerda a lxs famosxs hermanxs Lannister de Game of Thrones. Aunque claro, si tengo que elegir, me quedo con Cersei y Jaime. Milei todavía no ha llevado la trama tan lejos, pero con cada intento de aparecer junto a figuras queridas o controvertidas, la política argentina se acerca cada vez más al reino de lo grotesco.
Carolina Silvana Loj.
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