Punto de vista

Por Miguel Ángel Forte

La modernidad comienza, si tomamos como punto de partida el Renacimiento, con la idea de Punto de vista. En tal sentido, ni los marxistas nos salvamos de este supuesto básico subyacente que, hasta inventamos el punto de vista de la clase obrera. Ahora bien, nuestro proceso de secularización se dio en el marco del cristianismo que se caracterizó por crear sacralidad de personajes históricos, dicho de otra manera, creencia ad hoc. Gramsci, como Santo Tomás de Aquino pensaba que era posible hacerle a la gente cambiar su sentido común. Es más, las ciencias sociales parten del supuesto de que somos seres influenciables y cambiantes. En síntesis, vos pensas de una manera, yo de otra pero podemos influenciar en tu decisión ideológica. Es muy difícil, por cierto zafar de esta conjetura y allí vamos. Ahora bien, en todo este lío hemos creado formas, susceptibles de revisarse, en donde es posible protejer a determinadas poblaciones del avance de les adultes sobre ellas. Por ejemplo les menores. En el incidente público de ayer, se pueden leer ambas cuestiones tratadas en este escrito. El supuesto de la posibilidad de influir , lo que se conoce con el nombre poco feliz de, abrir la cabeza y por otra parte pero en íntima relación, una situación asimétrica como la de una profesora y un alumno , se hace aún más amplia ya que de un menor se trata.
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